Hola a tod@s!!
Siento mucho el retraso con esta entrada. Ya sabéis que cada tres días como mucho os pongo una, pero este fin de semana ha sido frenético y muy ocupado... Entre fin de curso, los exámenes de Grado Superior, visitas familiares y ver a Pablo, el recién nacido de unos amigos, ¡¡No me ha dado tiempo a escribir!!
Esta entrada se la quiero dedicar a dos personas, a una amiga, Bea, que se derrite por esta receta, ¡¡cree que es la mejor tarta del mundo mundial!! Y a una chica que conocí en una tienda de repostería cuando fui a comprar el colorante que utilizo en esta receta. Quedamos en que lo probaría y le comentaría que tal funcionaba (va genial), y ella después me ayudo dándome dos variedades de la buttercream de queso para acompañar a la tarta, pero no hay manera, no consigo que me quede bien espesa... por eso la receta que os voy a poner yo no tiene base de mantequilla, sino de nata.
Esta crema, además de que esta me queda bien y la otra no, tiene otra ventaja, ¡¡es más ligera!!
Bueno, vamos a empezar con los ingredientes de la tarta de terciopelo rojo, ¿os parece?
Ingredientes Red Velvet
275gr de azúcar (300gr para golosos)
180 cl de aceite de oliva suave (La receta americana pone 240gr, pero me parece mucho)
240 cl de buttermilk (Bajo explico como hacerla casera, yo no la he encontrado en ningún sitio)
250gr o 280 gr de harina, (dependiendo de lo consistente que queráis el bizcocho o cupcakes)
1/2 cucharadita de sal
1 cucharadita de vinagre blanco
1 cucharadita de bicarbonato
1 cucharada de extracto de vainilla (transparente a ser posible)
2 huevos grandes
2 cucharadas grandes de cacao
Colorante rojo, yo uso el de una botellita de emulsión de red velvet de Lorran.
¿Qué es y cómo hacer la buttermilk?
La buttermilk es lo que aquí se llama suero de leche. Es una pasta de leche cortada nada apetecible, pero que en repostería da una textura y sabor diferentes ¡¡Y muy ricos!!
Para prepararla hay que poner la cantidad de leche que nos pidan (en este caso 240 cl) y cortarla o bien con vinagre blanco o bien con limón, lo que más a mano tengáis.
Esta es la teoría, pero yo en la práctica tiré no sé cuantos litros intentándolo. Así que vamos a ampliar la información con experiencia personal, ¿queréis?
Pues bien, para que en efecto se corte bien la leche hay que darle un punto de calor, es decir, lo metemos en el microondas hasta que la leche esté caliente pero sin hervir.
Para que quede bien de verdad tiene que separase completamente el suero de leche, que es lo que nos interesa, de un líquido transparente. El suero de leche se queda arriba y el otro líquido debe quedarse en la parte de abajo del vaso.
¡¡Lo colamos y listo!!
Preparación del Bizcocho Red Velvet
Para empezar, encendemos el horno a 170º. Yo lo pongo arriba y abajo y para que no se queme lo tapo con papel de horno, así queda más nivelado.
Por un lado vamos a batir los ingredientes líquidos, el aceite, la buttermilk, el colorante y la esencia de vainilla.
Después batimos los huevos uno a uno, cuando el primero está bien integrado, un minuto aproximadamente, batimos el segundo.
Por otro lado pesamos y mezclamos todos los ingredientes secos, el azúcar, la harina, la sal y el cacao.
Esta mezcla seca la vamos a incorporar en tres veces a los ingredientes líquidos ya batidos.
Es mucho mejor si la tamizamos, ya que al hacerlo añadimos aire a la mezcla y quedará mas esponjosa. Si no tienes un tamizador, te vale un colador normal y corriente.
Al final ponemos la cucharadita de vinagre y la de bicarbonato en una tacita aparte y lo incorporamos a la mezcla.
Cuando esté bien batido todo, con la ayuda de una espátula recogemos todo de los bordes y lo ponemos en un molde.
Como ya sabéis, no hay que rellenar más de la mitad. Lo horneamos entre 25 minutos y 30 hora o hasta que al introducir un palito no salga manchado.
Si no queréis que se os pegue podéis poner mantequilla en el fondo y laterales del molde, usar un spray desmoldante o recortar papel de horno y colocarlo en la parte de abajo.
Ingredientes de la crema de queso
250 gr de queso cremoso (tipo philadelphia)
250 gr de queso mascarpone
360 gr de nata líquida para montar (puede ser vegetal)
Azúcar glass al gusto.
Preparación
Batimos los dos tipos de queso, (que sacamos de la nevera) y el azúcar glass.
Batimos la nata FRÍA hasta que quede bien montada. Le añadimos el azúcar que creamos necesaria.
Mezclamos con cuidado el queso y la nata y reservamos en la nevera un par de horas como minímo.
Decoramos nuestro pastel, cupcakes o ¡¡nos lo comemos a cucharadas!! ;)
Dejamos el pastel un rato en la nevera.
Ahora vamos a ver como hacemos la decoración de la tarta.
Para empezar, vamos a preparar nuestros insectos.
Para hacer el caracol, haremos un rollito del color que más nos guste dejando un lado más grueso, (la cabeza) y otro un poco más fino. Hacemos con el cuerpo una especie de "s" con la parte gruesa hacia arriba.
Con un palillo hacemos dos agujeros en la cabeza, para los cuernos y una boca ayudándonos de una boquilla o una esteca y lo dejamos secar.
Una vez seco le ponemos los cuernos y lo ojos (si son grandes queda más gracioso).
Para hacer el caparazón también hacemos un rollito y lo enrollamos sobre sí mismo haciendo una especie de espiral y lo pegamos al cuerpo.
Para hacer las abejitas, (esto debería explicároslo Juan, que es quien me las hace a mi...) hacemos una bolita y la estiramos un poco con la palma de la mano para alargarla. Hacemos de rollitos negros y se los colocamos al rededor pegándolo con pegamento alimenticio, agua o almíbar, lo que tengáis a mano.
Le ponemos unos ojitos saltones y le dibujamos la boca como al caracol.
Para las alas, utilizamos una boquilla, hacemos un circulo en fondant y con una espátula de bolitas, las que se usan para hacer flores, y alisamos el fondant haciendo movimientos circulares.
Pegamos las alas y ya están.
Para hacer el gusano, hacemos bolitas de diferentes tamaños y colores y los pegamos. En la bolita más grande, la cabeza, hacemos agujeros para los cuernos, le pegamos unos ojitos y le dibujamos una boca.
Para terminar hacemos una mariquita, hacemos una bola roja y la aplanamos de un lado y por la parte de abajo. Cogemos un trozo de negro, le hacemos la cabeza a partir de una bola. La pegamos y le ponemos unas manchas negras en la parte roja.
Yo lo pensé después, podemos ponerle también unos cuernos y unos ojitos, ¡para que quede menos sosa!
Una vez tenemos todos los insectos, sacamos nuestra tarta de la nevera la forramos con fondant verde con la boquilla que tiene muchos agujeritos y crema de queso con colorante verde hacemos el césped.
Después colocamos los alegres bichitos de forma graciosa y algunas flores (yo siempre tengo unas cuantas preparadas de antemano) y ¡¡Ya tenemos nuestra tarta decorada y riquísima!!
¡¡¡Un trozo buen trozo de tarta!!! |
Borja y Jesús con su tarta de cumpleaños en Byblos centre d'estudis. |
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